JUGAR POR JUGAR
Sugiero que el más triste de los presos
tenga derecho a sábanas de seda;
bendita sea la boca que da besos
y no traga monedas.
Propongo corromper al puritano,
espiar en la ducha a las vecinas,
ir a quitarle al dios de los cristianos
su corona de espinas.
Nada de margaritas a los cuerdos,
hay que correr más que la policía
para bailar el vals de los recuerdos
llorando de alegría.
La vida no es un bloc cuadriculado
sino una golondrina en movimiento
que no vuelve a los nidos del pasado
porque no quiere el viento.
Se aconseja dormir a pierna suelta
lejos de tentaciones de diseño,
que no pase de largo por tu puerta
el hombre de tus sueños.
La rana esconde un príncipe encantado,
tu boca un agridulce de membrillo
¡qué ganas de un cursillo acelerado
de besos de tornillo!
Y jugar por jugar
sin tener que morir o matar,
y vivir al revés
que bailar es soñar con los pies.
Conviene entrar penúltimo en la meta
de la vuelta a la infancia en patinete
y fusilar al rey de los poetas
con balas de juguete.
Por qué no doctorarse en cremalleras
como hace la hormiguita por tu espalda
e hilvanar con jirones de banderas
braguitas rojigualdas.
Hacen falta cosquillas para serios,
pensar despacio para andar deprisa,
dar serenatas en los cementerios
muriéndose de risa.
Sabina
Volver a empezar
Pasa la vida y el tiempo no se queda quieto
llevo un silencio de frío con la soledad
En qué lugar anidaré mis sueños nuevos
Y quién me dará una mano cuando quiera despertar
Volver a empezar, aun no termina el juego volver a empezar, que no se apague el fuego queda mucho por andarY mañana será una día nuevo bajo el sol volver a empezarSe fueron los aplausos y algunos recuerdos y el eco de la gloria duerme en un placardYo seguiré adelante atravesando miedosSabe dios que nunca es tarde, paraVolver a empezarVolver a empezar, aun no termina el juego volver a empezar, que no se apague el fuego queda mucho por andarY que mañana será una día nuevo bajo el sol volver a empezar, volver a intentar...Alejandro Lerner
Juana de Ibarbourou
LA HIGUERA
Porque es áspera y fea,
porque todas sus ramas son grises
yo le tengo piedad a la higuera.
En mi quinta hay cien árboles bellos:
ciruelos redondos,
limoneros rectos
y naranjos de brotes lustrosos.
En las primaveras
todos ellos se cubren de flores
en torno a la higuera.
Y la pobre parece tan triste
con sus gajos torcidos, que nunca
de apretados capullos se viste..
Por eso,
cada vez que yo paso a su lado
digo, procurando
hacer dulce y alegre mi acento:
«Es la higuera el más bello
de los árboles todos del huerto.»
Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡qué dulzura tan honda hará nido
en su alma sensible de árbol!
Y tal vez, a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:
-¡Hoy a mí me dijeron hermosa!